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El
optimismo vital de la lírica de Jorge Guillén
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Los textos seguidamente comentados, tanto para lectores
de Educación Secundaria Obligatoria, como para lectores infantiles,
pertenecen a las obras de Jorge Guillén que se reseñan:
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"Más allá", IV; "Plaza Mayor"; "Perfección" (comentario guiado); "El niño dice", "Las doce en el reloj". Cántico. "Aquellos veranos"; "Muerte de unos zapatos. Clamor. "Misterio de golondrina"; "Las gaviotas innumerables". Homenaje. "Oso en circo". Y otros poemas. "Ardilla acróbata". Final. |
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El balcón, los cristales, Material jubiloso Y por un filo escueto, ¡Energía o su gloria! Y ágil, humildemente, Jorge Guillén |
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Este texto reproduce la parte IV del poema "Más allá",
con el que se abre Cántico. Guillén exalta en sus
versos la humilde realidad diaria, a través de la cual se manifiesta
la plenitud del Universo. El escritor, sentado en su despacho de trabajo
(la alusión a "unos libros, la mesa" -del verso 2- es muy significativa
al respecto), contempla, en un día cualquiera ("hoy lunes" -verso
16-), la perfección que exhiben las pequeñas cosas que
habitualmente le acompañan: "maravillas concretas" -verso
4- y "material jubiloso" -verso 5- son, en efecto, "El balcón,
los cristales. / Unos libros, la mesa" -versos 1 y 2-; como también
lo son el "filo escueto" -de los libros, verso 9- y la "curva / de asa"
-de la taza de café, versos 10 y 11-, elementos cotidianos en
los que "la energía / de plenitud actúa" -versos 11 y
12-; y como igualmente lo son hasta las más modestas realidades:
las blancas paredes de su despacho y el sillón en el que se sienta:
"esto es cal, esto es mimbre" -verso 20-. Y, lleno de júbilo,
Guillén nos comunica su actitud entusiasta ante la perfección
que revela todo lo creado. De ahí la exclamación admirativa
del verso 13: "¡Energía o su gloria!" El análisis silábico 1. El-bal-cón, / los-cris-tá-les,
// 5. Ma-te-riál-ju-bi-ló-so // 9. Y-por-un-fí-lo es-cué-to // 13. ¡E-ner-gí-a o-su-gló-ria! //
17. Y á-gil, / hu-míl-de-mén-te,
// Jorge Guillén. "Más allá", IV.. Cántico. Los versos 1, 2, 4, 5, 12, 14 y 15 poseen siete sílabas fonológicas y otras tantas sílabas métricas. El verso 3 posee seis sílabas fonológicas; pero, como termina en palabra aguda -sí-, debe contarse una sílaba más, por lo que consta de siete sílabas métricas. El verso 7 posee también siete sílabas métricas, pues al terminar en palabra esdrújula -átomos-, ha de contarse una sílaba menos. Los versos 6, 7, 8, 9, 11, 13, 17, 18 y 19 tienen, igualmente, siete sílabas métricas, pues cada uno de ellos presenta una sinalefa (reunión en una sola sílaba métrica de la última sílaba de un vocablo y de la primera del siguiente, cuando aquél acaba en vocal y éste empieza por vocal). Dos sinalefas hacen que las nueve sílabas fonológicas de los versos 10 y 20 se conviertan en síete silabas métricas. En el verso 11 se produce un hiato en de asa, pues al ser la segunda vocal tónica, no existe sinalefa. En el verso 16 es menester hacer una sinéresis en el vocablo real, integrando en una sola sílaba métrica dos vocales que pertenecen a sílabas fonológicas diferentes, para que, de este modo, resulten siete sílabas métricas. Así pues, todos los versos del poema son heptasílabos: tienen siete sílabas métricas. El análisis acentual Verso 1. Sílabas métricas 3 y 6.
Verso 5. Sílabas métricas 3 y 6.
Verso 9. Sílabas métricas 3, 4 y
6. Verso 13. Sílabas métricas 3 y 6. Verso 17. Sílabas métricas 1, 4 y 6. Todos los heptasílabos tienen un acento constante sobre la sexta sílaba métrica (acento estrófico). Como el último acento recae sobre sílaba par, son todos de ritmo yámbico. Los acentos que se encuentran sobre las sílabas pares son rítmicos; así, por ejemplo, es rítmico el acento sobre la segunda sílaba del verso 6: "Con- viér-te en-su-per-fi-cie". Y los acentos que se encuentran sobre las sílabas impares son extrarrítmicos; así, por ejemplo, son extrarrítmicos los acentos sobre las sílabas primera y tercera del verso 2: "Ú-nos-lí-bros, / la-mé-sa". En los versos 3, 9, 10 y 20, el acento sobre la tercera sílaba es, además, antirrítmico (por su situación especial de vecindad con sílaba rítmica) ; y también son antirrítmicos los acentos sobre las sílabas tercera y quinta del verso 16, de sorprendente ritmo acentual: "De-lo- tán-real, / hóy-lú-nes". El análisis de las pausas Los versos 1, 2, 3, 5, 9, 13, 14, 17, 18 y 19 presentan pausa versal. Los versos 4, 8, 12 y 16 presentan pausa estrófica. Después del verso 20, la pausa es final. No presentan pausa versal los versos 6, 7, 10, 11, en los que se inician otros tantos encabalgamientos (distribución en versos contiguos de palabras que constituyen una unidad sintáctica). Pausa interna presentan los versos 1, 2, 3, 8, 11, 15, 16, 17 y 20; son, por tanto, pausados. Precisamente, la pausa interna de los versos 8, 11 y 16 pone fin a los encabalgamientos iniciados en los versos 6, 10 y 15, respectivamente: "átomos tristes", "curva de asa" y "dentro de lo tan real". Los versos 4, 5, 6, 7, 9, 10, 12, 13, 14, 18 y 19 son
impausados. El análisis de la rima Las cinco estrofas organizan su rima de la siguiente manera: Verso 2: é-a (mesa). Verso 6: í-e (superficie). Verso 10: ú-a (curva). Verso 14: ú-e (luce). Verso 18: í-e (percibe). La rima, por tanto, es asonante (identidad acústica de los fonemas vocálicos a partir de la útima vocal tónica) en los versos pares, mientras que los versos impares aparecen sin rima (y son versos sueltos). El esquema de la rima es éste: -a-a, -b-b, -c-c, -d-d, -b-b. La estructura del texto Del análisis precedente podemos extraer las siguientes conclusiones: 1. Los versos son heptasílabos. 2. Todos llevan el acento estrófico sobre la sexta sílaba y, por tanto, son de ritmo yámbico. 3. Riman en asonante los pares y quedan libres los impares. 4. El texto es un poema poliestrófico, compuesto de cinco coplas. |
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Calles me conducen, calles. A otras esquinas suceden Calles, atrios, costanillas Decid, muros de altivez, De pronto, cuatro son uno, Jorge Guillén. "Plaza mayor". |
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"Plaza Mayor" pertenece, igualmente, a Cántico.
Guillén ha empleado una estructura poemática tradicional:
un romance compuesto por veinte versos octosílabos, en el que los
pares riman en asonante. La rima aguda en a ayuda a difundir por
todo el poema una sonoridad fácilmente perceptible al oído.
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