Internacionalizar,
asignatura pendiente
A
pesar de que las universidades españolas son instituciones relativamente
activas internacionalmente, existe una carencia de cultura internacional
en la mayoría de la comunidad universitaria. El primer obstáculo para
la internacionalización de las universidades está vinculado al dominio
del inglés. Es una asignatura pendiente de la sociedad española. Las
mejores universidades de habla no inglesa se localizan en países donde
el inglés es un idioma ampliamente comprendido y usado socialmente.
En España, solo una minoría del profesorado universitario puede dar
clases correctamente en inglés y, en Cataluña, solo un 20 por ciento
de los universitarios puede mantener una conversación fluida en esa
lengua.
El segundo
obstáculo para la internacionalización es la movilidad de estudiantes
y profesores. La sociedad española tiene una tendencia evidente a no
moverse, y solo lo hacen casos de autentica necesidad. En el contexto
universitario español solo el 20 por ciento de los estudiantes matriculados
en el último curso de carrera realiza una estancia internacional. Nuestro
profesorado tampoco se mueve demasiado y tan solo unos pocos cientos
realizan alguna estancia académica de larga duración internacional cada
año. Respecto al personal de administración y servicios. Las universidades
españolas todavía no han desarrollado prácticamente ninguna medida para
que pueda realizar estancias internacionales.
Por otra
parte, el sistema universitario español ha bloqueado la internacionalización
de las universidades. La carrera funcionarial de profesores y personal
de administración y servicios sigue siendo un obstáculo para la incorporación
de forma permanente de personal internacional.
La internacionalización
debería ser un objetivo prioritario de la universidad española, pues
implica un cambio de mentalidad y de paradigma que involucra todas las
actividades académicas que se llevan a cabo. Pero solo tendrá exit6o
si toda la comunidad universitaria la apoya y si existen los recursos
necesarios para facilitarla. Las inversiones ya no son en ladrillo sino
en conocimiento competitivo mundial. Las palabras de un rector de una
universidad norteamericana “si la excelencia es cara, prueben la mediocridad
y verán”- se pueden traducir también como “si la internacionalización
es cara, prueben a ser locales y verán”.
Luis
Torres Urgell
La Vanguardia. 13 diciembre 2011