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Madrid.
La asociación SOLCOM, una entidad para la Solidaridad
Comunitaria de las Personas con Diversidad Funcional y la Inclusión Social,
asegura que casi la mitad de los casos de discriminación denunciados este
año y que afectan a discapacitados están relacionados con la educación,
así como que los casos más frecuentes se dan en niños y niñas con diversidad
funcional (discapacidad) que, “por imperativo judicial o administrativo,
son excluidos de la educación ordinaria”. Estas consideraciones están
recogidas en el “Informe de Derechos Humanos SOLCOM 2011”, en el que se
precisan “las violaciones en España de la Convención sobre los derechos
humanos de las personas con discapacidad de la ONU”.
El citado informe, presentado recientemente por María Luisa Ruiz-Jarabo,
la presidenta de SOLCOM, y Javier Romañach, miembro del Foro de Vida Independiente,
es el segundo que realiza esta asociación sobre supuestas violaciones
de la Convención, que está vigente en España desde 2008. En el estudio,
con el que se pretenden recopilar casos de discriminación que afecten
a discapacitados físicos o intelectuales, se subraya que el artículo más
vulnerado de la Convención es el 24, relacionado con la educación, que
representa el 48,6% de los casos, seguido por el 7 (niños y niñas) con
el 36,1%, y ya muy lejos por el 9 (accesibilidad) con el 22 %.
Desde
temprana edad
“En España se excluye y discrimina desde temprana edad”, según las
conclusiones del informe, en el que se califica de “preocupante” el hecho
de que la educación, junto con el amparo a las niñas y niños, sean los
ámbitos entorno a los que se han presentado más denuncias.
Itziar Fernández, coordinadora de la asociación, en declaraciones
realizadas a Efe, precisó al respecto que “el 90% de los niños con diversidad
funcional que deberían recibir una ‘educación inclusiva’ en colegios ordinarios
no lo hacen y son desviados a centros de educación especial”, y añadió
que “por ley lo que deberían de hacer las administraciones es proveer
programas de integración dentro de los colegios ordinarios para que los
niños puedan estudiar junto con el resto de compañeros en absoluta normalidad”.
No obstante, según Fernández, los centros alegan falta de recursos
y los técnicos de la administración realizan unos informes psicopedagógicos
con los que justifican que estos niños no están preparados para estudiar
en un centro ordinario y los envían a uno especial. Después, “los jueces
lo respaldan y los padres se encuentran solos ante esta situación”, concluyó.
El artículo 24 de la Convención, según indicó Fernández, “sigue siendo
muy vulnerado, y lo hace desde la infancia hasta la Universidad”, tal
y como ha evidenciado otro informe encargado por la asociación a un grupo
del Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad
Carlos III de Madrid.
El informe, coordinado por el profesor Luis Lloredo, ha analizado
el cumplimiento de las universidades de la normativa que les obliga a
incluir en los planes de estudios contenidos sobre accesibilidad. Sólo
el 10% de las 76 universidades españolas, siete concretamente, cumple
con la ley y lo hace al cien por cien, según el citado informe.
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