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El ocio infantil, a examen

Los participantes en un encuentro del Instituto Micropolix coinciden en la necesidad de una renovación pedagógica para incrementar la motivación

El ocio influye en el desarrollo integral de los niños, que prefieren a los padres antes que a los videojuegos, son algunas de las conclusiones
del la I Jornada sobre ocio educativo infantil, que se reunió en Madrid a más de 200 expertos.

Los educadores tienen que hacer un esfuerzo por guiar la utilización de las nuevas tecnologías en el tiempo de ocio.

Madrid. ROSAURA CALLEJA
Más de 200 profesionales de la educación, el ocio y la infancia participaron en la I Jornada de Ocio Educativo Infantil, organizada por el Instituto Micropolix. En el transcurso de este encuentro, más de 25 expertos analizaron la influencia del ocio en el desarrollo de la infancia.
Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Regina Otaola, directora de la Agencia para la Reeducación y la Reinserción del Menor, y Lucía Fernández, concejala de Juventud e Infancia y Mujer del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, coincidieron en señalar la importancia de involucrar al sector público en el desarrollo del concepto de ocio educativo desde múltiples aspectos.
La conferencia inaugural corrió a cargo de Manuel Cuenca, director del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, quien analizó la influencia del ocio en el desarrollo de los niños, señalando el valor intrínseco del ocio, que constituye “una experiencia necesaria y enriquecedora, un atributo de la vida de la persona, un espacio vital que le ayuda a realizarse y que le permite vivir experiencias placenteras y de desarrollo personal”. Este experto hizo un repaso a las funciones del juego, entre las que figuran el descanso, la exploración social y el disfrute, además de un sentido liberador, formativo y terapéutico.

El juego, derecho y necesidad

Los participantes en la mesa redonda apuntaron la necesidad de una renovación pedagógica en el aula, utilizando una metodología lúdica más propia del contexto de ocio para incrementar la motivación de los estudiantes. También incidieron en el juego como derecho y necesidad universal de todos los niños y como oportunidad de formar a los ciudadanos del presente y del futuro. Mientras que valoraban la importancia del educador en el contexto formal (profesor-animador) y en el contexto no formal (educador-animador), indicaron las nuevas tecnologías o el ocio digital como herramientas que se integran en el ámbito de la educación formal y no formal.
En el transcurso de la jornada se presentaron las conclusiones  de las investigaciones realizadas por el Instituto Micropolix durante este año, con el fin de profundizar en las características del ocio, desde los puntos de vista de la infancia, de los padres y de los sectores público y privado. Lourdes Gaitán Muñoz, coordinadora del equipo del Grupo de Trabajo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid que llevó a cabo este informe, especificó las condiciones que debe reunir el ocio para los niños que se concretan en “activo, voluntario, libre y divertido”. Atendiendo a criterios como la clase social, el sexo o el lugar donde viven, este equipo constató que hay una gran homogeneidad en los gustos, ya que los niños buscan “jugar por encima de todo, divertirse”, pasar el tiempo con la familia, seguido de los amigos, y que disfrutan tanto con juegos tradicionales como con el uso de las nuevas tecnologías.

Soportes afectivos e intelectuales

Por otra parte, Aurora Madariaga y un equipo de expertos del centro Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, afirman en su informe que la infancia es un momento clave en la vida de cualquier ser humano ya que es allí donde se conforman los soportes afectivos e intelectuales de la persona. Así como, definen el ocio como una experiencia necesaria y enriquecedora, un atributo de la vida de la persona, un espacio vital que le ayuda a realizarse y que le permite vivir experiencias placenteras y de desarrollo personal. En términos conceptuales, las claves para añadir al término ocio infantil son aprendizaje, experiencia, desarrollo personal, calidad, valores, interrelaciones, profesionalización, juego y diversión.
“Ocupados en participar” fue el tema de la última ponencia de la jornada, que presentó Gema Santiago de la Federación INJUCAM y que contó con la experiencia en primera personal de una estudiante voluntaria de un proyecto de construcción de un albergue para jóvenes.

Motivar la participación

En el transcurso de la mesa redonda, se extrajeron como conclusiones que la participación de los niños se puede fomentar generando espacios en los que realmente se les deje participar de forma autónoma guiados por los educadores. “Nos guste o no a los adultos, el ocio digital está presente en la vida de los niños (denominados “nativos digitales”) y, por tanto, los educadores tienen que hacer un esfuerzo por guiar el uso de las nuevas tecnologías en el tiempo de ocio, aunque sea a través de las convocatorias que se realizan para desarrollar las actividades propuestas, sin que ello supongo olvidarse de valores tan importantes como la comunicación interpersonal, el disfrute en el medio natural y la práctica del deporte”, fue otra de las conclusiones. Los participantes en la mesa coincidieron en que la creatividad debe estar presente siempre que se hable de niños y de procesos de aprendizaje ya sea en el contexto educativo formal y no formal, además de que el fomento de la participación en actividades de ocio de niños en riesgo de exclusión social, por razones de nivel socioeconómico, discapacidad o género, es fundamental para hacer del ocio una experiencia inclusiva.