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El Tribunal Supremo
resolverá a finales de año los recursos presentados por los padres contrarios
a la asignatura
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La EpC se generaliza este curso en Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla-
La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y La Rioja.
(Foto: Rafael Martínez) |
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Madrid. R.C.
Los
centros de ESO y Bachillerato de Baleares, Canarias, Castilla y León,
Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Murcia, País
Vasco y La Rioja introducen este curso las clases de Educación para la
Ciudadanía y los Derechos Humanos, que ya había comenzado a impartirse
en el resto de las autonomías el pasado año. No obstante, hasta el curso
2009-10 no llegará a Primaria.
Mientras
el Tribunal Supremo ha anunciado que antes de fin de año resolverá los
recursos que han presentado los padres contrarios a que sus hijos reciban
formación en esta materia. En este Tribunal han llegado los recursos procedentes
de Andalucía, Asturias y Cataluña. Actualmente, más de medio millar de
recursos se tramitan en tribunales superiores y juzgados, bien de los
padres contra la denegación administrativa del derecho a objetar, bien
de determinadas administraciones autonómicas contra la decisión de tribunales
superiores de justicia y juzgados ordinarios de reconocer el derecho a
la objeción. Los padres objetores denuncian que la LOE incumple el artículo
27.3 de la Constitución que determina que “los poderes públicos garantizan
el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación
religiosa y oral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Por
lo que consideran que la asignatura invade el terreno de la moral.
Resoluciones
contradictorias
En
este sentido, el abogado general del Estado, Joaquín de Fuentes Bardají,
ha precisado que los tribunales tramitan unos 500 asuntos sobre esta materia,
litigiosidad que considera “excesiva” y en la que han recaído “un sinfín
de resoluciones contradictorias”. También ha señalado que el Servicio
Jurídico del Estado está intentando que el Supremo unifique el criterio
“tan dispar” que están manteniendo algunos Tribunales Superiores de Justicia
(TSJ). Algunos de los recursos planteados impugnan los decretos autonómicos
que desarrollan la asignatura alegando “adoctrinamiento ideológico contrario
a la libertad de conciencia o libertad religiosa de los padres a elegir
el tipo de educación para sus hijos”. Para Joaquín de Fuentes, el núcleo
del debate está entre el TSJ de Andalucía, que ha entendido que hay derecho
a la objeción de conciencia y que la disciplina académica es contraria
al principio de “no adoctrinamiento ideológico”, y los de Cataluña y Asturias,
que plantean una tesis contraria.
Normalidad
Por
su parte, de “inconcebible e inadmisible” ha calificado el presidente
de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA),
Pedro Rascón, la oposición de las comunidades autónomas del PP a la asignatura.
También ha afirmado que la conflictividad por la materia en los centros
es “inexistente” y que muchas objeciones las presentan personas sin hijos.
En esta línea, Manuel de Castro, secretario de la Federación Española
de Religiosos de Enseñanza, reconoce que el pasado se impartió con normalidad
la materia en sus centros.
Ante
la disparidad de criterios de las comunidades gobernadas por el PP, los
consejeros de educación populares deben reunirse en Madrid, con el fin
de alcanzar el consenso en la enseñanza de la Educación para la Ciudadanía.
Asimismo,
Mercedes Cabrera ha reiterado que esta asignatura forma parte de una ley
aprobada en el Parlamento y que “los primeros que tienen que cumplirla
son las administraciones, es decir, la Administración General del Estado
y las autonómicas”. Para la ministra de Educación, Política Social y Deporte,
se trata de una materia “como cualquier otra y no cursarla tiene las mismas
consecuencias que no cursar otra materia obligatoria, independientemente
del valor que la asignatura tenga en sí misma”. También ha declarado que
su Departamento “hará lo todo lo que haya que hacer para cumplir la ley”.
“Una cosa es un recurso con respecto a los contenidos y otra que la asignatura
no se imparta; esto incumple la ley”, afirmó.
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