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Madrid.
La Comisión
Europea ha adoptado una propuesta de Recomendación del Parlamento Europeo
y del Consejo relativa a la creación del Marco Europeo de Cualificaciones
para el aprendizaje a lo largo de la vida. Se trata de una iniciativa
que proporcionará un lenguaje común para describir las cualificaciones
que ayudará a los Estados miembros, empleadores y ciudadanos a comparar
las cualificaciones de los distintos sistemas de educación y formación
de la Unión Europea.
Los ministros
de Educación de los 27 Estados miembros de la UE acordaron impulsar nuevas
carreras que permitan hacer frente a las necesidades de empleo que demanda
el mercado laboral. Para que los nuevos estudios se adecuen mejor a los
puestos de trabajo que ofrece y demanda el mercado laboral, los ministros
pidieron a la Comisión Europea que “diseñe mecanismos para informar de
forma periódica a los países de las nuevas necesidades en este ámbito”.
Estos mecanismos deberán ser capaces de prever a medio plazo las nuevas
exigencias laborales e identificar en el menor tiempo posible las deficiencias
que existan en las carreras y estudios que se imparten en cada momento;
para ello se utilizarán las previsiones del mercado laboral y estrategias
a nivel sectorial, así como regional, nacional y europeo.
Los ministros
de Educación de la UE se comprometieron a orientar mejor a alumnos y demandantes
de empleo, proporcionándoles un “plan de formación personal”, que dote
de las habilidades que más demanda el mercado. Estas medidas, según se
especifica en la resolución aprobada, deben ir acompañadas de “un aumento
de los niveles generales de cualificación en que se dé prioridad a la
educación y a la formación de la población menos formada y más expuesta
a la exclusión económica y social”.
Aumentar
la movilidad
”Los
ciudadanos europeos sufren trabas con excesiva frecuencia cuando desean
desplazarse a otro país para estudiar o trabajar, o cuando pretenden hacer
valer estudios o formaciones anteriores”, ha declarado Jàn Figel, comisario
europeo de Educación, Formación, Cultura y Multilingüismo, quien explicó
que “por este motivo se ha creado el Marco Europeo de Cualificaciones
(EQF, European Qualifications Framework), una iniciativa que contribuirá
a superar este problema, pues hará más comprensibles en toda Europa las
distintas cualificaciones nacionales y, por lo tanto, promoverá el acceso
a la educación y a la formación”.
A partir de
su aplicación, previsiblemente a finales de 2007, aumentará la movilidad
para aprender o trabajar. El comisario europeo considera que “es una iniciativa
clave para crear más empleo y potenciar el crecimiento, lo que ayudará
a los europeos a afrontar los retos de una economía mundial del conocimiento
en proceso de globalización”.
La ministra
de Educación y Ciencia española, Mercedes Cabrera, explicó al término
de la reunión, según informa Efe, que el Marco Europeo de Cualificaciones
“facilitará a los ciudadanos de la UE la posibilidad de estudiar y trabajar
en otros Estados miembros, al permitir la convalidación de todos los títulos
y diplomas”, y agregó al respecto que dicha medida “supone un paso muy
importante en la creación de un espacio europeo compartido”.
Mercedes Cabrera
precisó que el Marco Europeo de Cualificaciones “reconocerá tanto la educación
reglada como la formación adquirida a través de la actividad profesional;
permitirá utilizar un lenguaje común para describir ocho niveles de formación,
que serán los mismos para toda la UE, y funcionará como un ‘pasaporte’
que reconocerá en toda la UE los conocimientos y competencias adquiridos
por su titular, lo que hará más fácil desplazarse a otros países para
estudiar o trabajar”.
Esta propuesta
es uno de los resultados concretos del programa de trabajo «Educación
y Formación 2010», establecido después del Consejo Europeo de Lisboa de
2000, y se pidió específicamente en los Consejos Europeos de primavera
de 2005 y 2006. La propuesta se desarrolló tras una extensa consulta con
los Estados miembros, los interlocutores sociales y otros interesados
y forma parte de las acciones comunitarias del programa de Lisboa presentadas
por la Comisión en apoyo de los esfuerzos de los Estados miembros para
garantizar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo social y económico
acordados en marzo de 2000.
Ocho
niveles de cualificación
El
elemento central del Marco Europeo de Cualificaciones se compone de ocho
niveles de referencia que describen qué conoce, comprende y es capaz de
hacer una persona -resultados del aprendizaje-, independientemente del
sistema por el que haya adquirido una cualificación determinada. Por lo
tanto, los niveles de referencia de este nuevo Marco Europeo no aplican
el enfoque tradicional, en el que se hace hincapié en los componentes
del aprendizaje
(duración de una experiencia de aprendizaje, tipo de centro, etc.).
La toma en
consideración de los resultados del aprendizaje contribuye a mejorar la
correspondencia entre las necesidades del mercado laboral (en cuanto a
conocimientos, capacidades y competencias) y la oferta de educación y
formación; facilita la validación del aprendizaje no formal e informal;
facilita la transferencia y el uso de cualificaciones entre distintos
países y sistemas de educación y formación.
Como instrumento
de promoción de la formación permanente, el Marco Europeo incluye la enseñanza
general y para adultos, la formación profesional y la enseñanza superior.
Estos ocho niveles abarcan todo el espectro de cualificaciones concedidas
desde el final de la enseñanza obligatoria hasta el nivel superior de
la enseñanza universitaria y de la formación profesional.
El proyecto
de Recomendación prevé que los Estados miembros alineen sus sistemas nacionales
de cualificaciones con el nuevo Marco Europeo antes de 2009. Por lo tanto,
esto permitirá a las personas y a los empleadores utilizarlo como herramienta
de referencia para comparar los niveles de cualificaciones de diferentes
países y sistemas de educación y formación, por ejemplo, la formación
profesional y la enseñanza superior. El Marco Europeo de Cualificaciones
funcionará como un dispositivo de transposición para establecer relaciones
más claras entre cualificaciones y sistemas diferentes. Asimismo, contribuirá
a que los sistemas de educación y formación europeos sean más claros y
accesibles para el público en general.
Mejorar
la calidad del profesorado
Por
otra parte, los Estados de la Unión Europea se comprometieron a adoptar
medidas para mejorar la calidad del profesorado, convencidos de que ello
contribuirá a mejorar los resultados de los alumnos y convertirá la enseñanza
en “una opción profesional atractiva”.
Los ministros
de Educación de los veintisiete adoptaron unas conclusiones que subrayan
la necesidad de animar a los profesores a mejorar su formación continua
y ayudarles a afrontar nuevos retos, como la llegada de alumnos inmigrantes
o las nuevas tecnologías.
El texto, según
informa Efe, incide en que sólo se pueden lograr buenos resultados en
el área de la educación cuando la enseñanza es de calidad, lo que, a su
vez, “determinará en gran medida la competitividad de Europa a largo plazo
y su capacidad para crear más empleo e impulsar el crecimiento”.
Aunque el documento
fija objetivos comunes, deja claro que cada estado tendrá libertad para
aplicar las acciones que estime pertinentes para lograrlos. “La capacidad
de los profesores para responder a los desafíos de la creciente diversidad
social y cultural en las aulas resulta esencial para el desarrollo de
sistemas educativos más justos y para avanzar hacia la igualdad de oportunidades
para todos”, se precisa en el texto respaldado por los países.
Las conclusiones
inciden además en que la educación y formación de los profesores constituye
un elemento esencial de la modernización de los sistemas de enseñanza
y formación europeos.
El texto menciona,
por otra parte, la existencia de “varios Estados en los que se observa
la necesidad no sólo de atraer a la enseñanza a nuevos candidatos sino
también de convencer a los profesores experimentados de que sigan ejerciendo
en vez de jubilarse anticipadamente o cambiar de profesión”.
Para mejorar
la calidad del profesorado, los países deberán esforzarse por garantizar
que los enseñantes sean titulados superiores o, en el caso de los que
trabajen en el sector de la enseñanza profesional inicial, “estén altamente
cualificados y posean una titulación pedagógica adecuada”.
En particular,
deberán asegurarse de que reciben estímulo y apoyo a lo largo de su carrera
“para plantearse qué necesitan aprender y para adquirir nuevos conocimientos,
destrezas y competencias con inclusión de intercambios y destinos temporales
en el extranjero”.
Además, el
Consejo invitó a los países a aumentar la cooperación europea en este
ámbito y a recurrir a todos los instrumentos disponibles para promover
proyectos innovadores de educación del profesorado y la movilidad entre
centros de distintos países de los maestros y de quienes estudian para
dedicarse a la enseñanza.
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