Inculcar el placer de leer

Emili Teixidor publica La lectura y la vida, un texto recomendado para padres, maestros y educadores

Madrid.
¿Cómo conseguir que los niños y adolescentes se entusiasmen por la lectura? ¿Qué requisitos debe cumplir la literatura a ellos dedicada? o ¿Cuál es el papel de los maestros y de los padres para animarlos a leer? A estas y otras cuestiones intenta responder el libro La lectura y la vida (Ariel) que acaba de presentar el escritor Emili Teixidor, para quien “leer no es sólo un maravilloso placer, sino que nos ayuda a entender mejor  el   mundo,   a  enfrentarnos  con  nuestras

emociones, a madurar y a ser personas más completas”. Teixidor ha aconsejado a los profesores que no insistan a los adolescentes para que lean, sino que creen espacios para puedan desarrollar esta actividad libremente. “Los docentes tienen que encontrar su propio 'truco' para sembrar la inquietud por esta actividad”.
Autor de una extensa obra literaria traducida a varios idiomas y galardonada con importantes premios, Teixidor tiene títulos de literatura infantil y juvenil como El crimen de la hipotenusa, Corazón de roble y La amiga más amiga de la hormiga Piga, esta última galardonada con el premio Nacional de Literatura Infantil. También realiza literatura para adultos, con novelas como Pan negro, galardonada con el Premi Nacional de Literatura, y que en su edición catalana vendió más de 50.000 ejemplares. Asimismo, es traductor, guionista de televisión y cine, y colaborador asiduo de diversos periódicos. Ha dirigido y presentado el programa televisivo Mil paraulas, dedicado a la literatura y presenta un programa de libros en Catalunya Ràdio. La Fundación Germán Sánchez Ruipérez le condeció el premio Periodístico sobre Lectura de 2005 por el artículo “Estrategias del deseo o trucos para leer”, publicado en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia e incluido en el presente libro.

Reflexiones

Muy recomendable para padres, maestros, educadores y bibliotecarios, La lectura y la vida contiene numerosas reflexiones sobre aspectos tales como la incitación a la lectura, el sentido de la literatura juvenil, los grandes libros que todo adolescente debería haber leído, o el papel de la escuela, de las bibliotecas y de las familias en la formación de nuevos lectores que acabarán siendo mejores personas.
Según el autor, la lectura es una especie de carrera, “en la que hay que ir pasando una serie de obstáculos para llegar a la vida adulta”, y es justamente de esta etapa a las que se refiere en este libro, donde hace referencia también a los docentes que no tienen el hábito de la lectura, sobre los que opina que “sólo pueden comunicar su propio vacío”.

 

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