Los premios Irene distinguen proyectos
de prevención de la violencia de género

El certamen está dirigido a centros de enseñanza no universitaria

Fomentar la prevención de la violencia contra las mujeres y estimular y difundir experiencias pedagógicas son los obje- tivos de los premios Irene: la paz empieza en casa, creados por el Ministerio de Educación y Ciencia en 2006.
La ministra posa con los profesores galardonados. (Foto: Rafael Martínez)

Madrid. ROSAURA CALLEJA
En esta primera edición del certamen, el Plan de prevención de la violencia de género, que ha desarrollado el IES Cuenca del Nalón de la localidad asturiana de La Felguera, obtuvo el primer premio. Este programa comenzó en el año académico 2003-04 y se incorporó a la Programación General Anual del centro durante los sucesivos tres cursos. A lo largo de su trayectoria se ha llevado a cabo un plan de formación en centros dirigido a la sensibilización y formación del profesorado y un programa Sócrates, Comenius 1.1, “Gender, equal 2 equal”, que ha sido el más valorado por la administración educativa asturiana. Además, el alumnado y las familias se han implicado a través de distintas actividades de sensibilización y aprendizaje.
“Coeducación: una necesidad de nuestra sociedad multicultural”, presentado por el Colegio de Educación Infantil y Primaria “Severo Ochoa” de San Javier (Murcia), y “Trabajar la igualdad, prevenir el maltrato”, realizado en el IES “Salvador Allende” de Fuenlabrada (Madrid) son los trabajos que han compartido el segundo premio.
Mientras que los terceros han sido para “La mujer entre Sanchos y Quijotes”, elaborado en el CP “Plácida Herranz” de Azuqueca de Henares (Guadalajara), “Mujeres invisibles”, desarrollado en el IES “Duque de Rivas” de la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid, y “Rompiendo murallas”, que se ha llevado a cabo en el IES “Jinámar” de Gran Canaria.

Apoyo al profesorado

El acto de entrega de galardones estuvo presidido por Mercedes Cabrera, quien tuvo palabras de reconocimiento a la labor de los profesores en la prevención y la eliminación de la violencia de género.
Para la ministra de Educación y Ciencia, la escuela constituye el espacio fundamental en el que se produce la socialización y se generan nuevas relaciones y “debe contribuir a eliminar de nuestra sociedad la violencia en general y, especialmente, la ejercida contra las mujeres”.
Durante su intervención, constató que, en los últimos 25 años, se ha producido un “avance vertiginoso” en la incorporación de las mujeres a todos los niveles educativos. A su juicio, el hecho de que más de la mitad del alumnado universitario sea femenino puede calificarse de auténtica revolución, dentro de un cambio muy profundo producido en la universidad española. Pero apuntó, como necesario, fomentar la presencia femenina en estudios donde aún es minoritaria, como muchas ramas de formación profesional o determinadas carreras técnicas.

Colectivos desfavorecidos

Por último, hizo hincapié en la escolarización de determinados colectivos especialmente sensibles, como niñas inmigrantes o pertenecientes a la etnia gitana y las mujeres adultas que desean encontrar una segunda oportunidad porque no tuvieron la primera.
Este acto también contó con la participación de Soledad Murillo, secretaria general de Políticas de Igualdad, quien señaló que sólo un 25% de la mujeres que mueren por maltrato de sus parejas habían denunciado la situación y reveló que estas mujeres no denuncian por “preservar la relación” por encima de su propia vida, de su forma de ser y de actuar y del hostigamiento que sufren. Asimismo, manifestó su preocupación porque la violencia persista especialmente en mujeres jóvenes, formadas, que tienen un horizonte profesional y que, sin embargo, por mantener una relación, pueden estar dispuestas a renunciar a sus objetivos y actuar por encima de su propia salvaguardia.

 

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