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Madrid.
JULIA FERNÁNDEZ
Si esperan
leer una densa y radical sucesión de anécdotas noveladas sobre la Segunda
Guerra Mundial atiendan a esta pequeña muestra de reflexión: “¿En qué
consiste la amistad? ¿En una simple comunidad de trabajo y destino? A
veces el odio entre miembros de un mismo partido cuyas ideas sólo se diferencian
en pequeños matices es mayor que hacia los enemigos del partido. A veces
los hombres que van juntos a la batalla se detestan más entre ellos que
al enemigo común. Y del mismo modo a veces el odio entre prisioneros supera
al odio que estos sienten por sus carceleros” (pag. 454).
Si creen saber
todo del sufrimiento de las personas destinadas a la quema en los campos
de exterminio nazis acérquense a esta confesión de una madre a su hijo:
“La noche en el ghetto es un tiempo aparte, Vitia. Tú sabes, querido hijo,
que siempre te he enseñado a decirme la verdad, un hijo siempre debe decir
la verdad a su madre. Pero también una madre debe decir la verdad a su
hijo. No te imagines, Vítenka, que tu madre es una mujer fuerte. Soy débil.
Me da miedo el dolor y tiemblo cuando me siento en el sillón del dentista.
De niña me daban miedo los truenos y la oscuridad. Ahora que soy vieja,
tengo miedo de las enfermedades, de la soledad (...) Me espera la muerte.
Siento deseos de llamarte, de pedirte ayuda.” (pag.106)
Y si no aciertan
a entender cómo el siglo XX encendió la mayor hoguera que conoce la humanidad
lean esta disertación: “El siglo de Einstein y Planck había resultado
ser el siglo de Hitler. La Gestapo y el renacimiento científico eran hijos
de una misma época. Qué humano era el siglo XIX, el siglo de la física
ingenua en comparación con el siglo XX, el siglo que había matado a su
madre. Existía un parecido terrible entre los principios del fascismo
y los principios de la física contemporánea.”
Silencio: Vasili
Grossman (Berdíchez,1905 - Moscú,1964) cuenta.
Perturbadora
y moral
Calificada
como “la mejor novela del siglo XX”, “la gran novela del sufrimiento”,
“un acontecimiento cultural”, “la Guerra y paz del siglo XX”...
se presenta estos días –por fin completa y traducida directamente del
ruso- Vida y destino, un definitivo escrito acerca del poder y
sus muy diversas formas de aniquilar la vida humana, una grandiosa novela
de más de 1000 páginas que está por los críticos situada entre el racimo
escogido de las grandes obras de la literatura rusa de todos los tiempos:
“Es de las novelas que más me han conmovido y perturbado nunca, de las
que más han contribuido a mi formación como autor –confesaba en su presentación
el escritor y académico Luis Mateo Díez-. Es un monumento de ficción atado
a la vida. Aquí está la idea de la bondad, de la generosidad, del sufrimiento,
tan presente en la narrativa rusa.”
Obra de autor
–dieciséis años supuso a Vasili Grossman su creación- y testimonio existencial
–hijo de una gaseada por los nazis, cronista de la batalla de Stalingrado,
primera persona que habló al mundo de la existencia de los campos de exterminio
nazi y crítico ciudadano del totalitarismo soviético- Vida y
destino es la gran reflexión moral del filósofo jamás apartado de
la vida, que empujado y sostenido por su extraordinaria capacidad artística
logra sintetizar sin merma una de las más intrincadas situaciones de la
experiencia humana.
“En la batalla
de Stalingrado, el ejército nazi y las tropas soviéticas escribieron una
de las páginas más sangrientas de la historia –comentan sus editores-.
Pero la historia también está hecha de pequeños retazos de vida de la
gente que lucha para sobrevivir al terror del régimen estalinista y al
horror del exterminio en los campos, para que la libertad no sea aplastada
por el yugo del totalitarismo, para que el ser humano no pierda su capacidad
de sentir y amar: en la literatura hay pocas novelas que hayan logrado
transmitir esto con tanta intensidad como Vida y destino”
Silenciado
y estigmatizado
Autor
de novelas y relatos aplaudidos por contemporáneos como Maksim Gorki y
Mijaíl Bulgákov, el retrato que de la sociedad de la URSS realizó Vasili
Grossman en Vida y destino con el trasfondo de la guerra le cerró
sin recurso posible la proyección social y literaria dentro y fuera de
sus fronteras. Confiscado por la KGB el manuscrito, los borradores y hasta
la cinta de la máquina donde la escribió, la novela cayó en el olvido
hasta comienzos de la década de los 80 en que una copia del manuscrito
llegó clandestinamente a Europa.
Cuatro años
sobrevivió Vasili Grossman a la desaparición de su novela. Abatido, estigmatizado
y silenciado, se confesaba así en una carta: “No sé que ha pasado, si
aún existe mi manuscrito. He llegado a la conclusión de que no hay falsedades
en mi libro; sólo he escrito lo que en primera persona he vivido.”
En 1984 se
editaba en España traducida del francés, incompleta, y con una nula receptividad
que, según palabras del escritor y académico Antonio Muñoz Molina en su
presentación a los medios, fue debida a la “escasa voluntad de que ese
libro fuera leído. No había interés en el debate sobre el totalitarismo.
Y no hay una novela como ésta. Es una obra que ayuda a restablecer el
pacto de la literatura con el mundo”
Vida y destino
es una novela de amor, con la que Vasili Grossman aspiraba a poder cambiar
situaciones y actitudes humanas. Hoy es una posibilidad de transformación
profunda para cada lector.
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