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Madrid.
R.C.
Tras una década
de actividad en el campo de las bibliotecas públicas, la Fundación Bertelsmann
ha redefinido su estrategia y asume un compromiso cívico con la sociedad
española. Como objetivos prioritarios ha determinado la responsabilidad
social del ciudadano y de las empresas y el diálogo entre culturas y religiones.
Para esta entidad,
autónoma y sin ánimo de lucro, las empresas tienen que aportar, además
de ganancias, un servicio a la sociedad en el respeto a las culturas y
las religiones, la aceptación de los clientes y los mercados locales,
el apoyo de los empleados y sus familias, así como la responsabilidad
en relación con el entorno y la sociedad.
Dada su proyección
internacional, Bertelsmann garantizará la transparencia comercial y pretende
formar parte de una sociedad activa. Tras un estudio de evaluación, asume
una nueva trayectoria, con la que procurará, no sólo atender la vida económica
y sociopolítica española, sino acercarse a las raíces tradicionales y
sociopolíticas. Por lo que establecerá alianzas estratégicas con representantes
de la sociedad, la política, la economía y la ciencia, que se interesen
por el desarrollo conjunto de proyectos innovadores, duraderos y sostenibles.
Modelos
de éxito
La
aplicación de soluciones-modelo satisfactorias y su adaptación a las peculiaridades
nacionales, además de los proyectos-modelo, elaborados por Gütersloh y
dirigidos a las bibliotecas, representan indicadores del éxito futuro,
que también comparten las actuaciones en el ámbito de fomento de la lectura.
Desde su creación
a finales de 1995, Reinhard Mohn pretendía el desarrollo de la cultura
de la lectura y de los medios, así como el fomento de las bibliotecas
públicas en España y la formación y el perfeccionamiento de sus cargos
directivos. En el transcurso de esta década, la Fundación ha invertido
más de nueve millones de euros en iniciativas de interés público en este
ámbito.
La actividad
empresarial de Mohn comenzó en 1947 con una pequeña editorial, observando
que el público tenía ganas de leer, pero que había que cambiar la distribución
y el sistema de ventas. Así surge la idea de los clubs de lectura, que
mantenían un contacto constante con los lectores. En 1962, este proyecto
se traslada a España, bajo la denominación de Círculo de Lectores.
Tras realizar
un balance de estos diez años y trazar las próximas líneas maestras de
actuación, la Fundación publica “Responsabilidad cívica”, un libro bilingüe
español-alemán, que constituye una mirada retrospectiva de esta década
de actividad y presenta los proyectos de futuro.
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