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Madrid.
Las pruebas de selectividad, con diferente estructura y desarrollo,
vienen realizándose desde 1977, año en que se instauraron
con carácter obligatorio. Pese a que el índice de superación
de las pruebas viene situándose cada año, en la convocatoria
de junio, por encima del 80%, la selectividad arrastra desde su implantación
un marcado componente de temor entre los alumnos concurrentes, justificado
en gran medida no por el grado de dificultad de aprobación de la
prueba sino por el carácter determinante que en los últimos
años conlleva la nota definitiva obtenida a la hora de obtener
plaza en los centros y estudios que tienen establecido límite de
acceso, y por tanto de hallar acomodo en los estudios y centros de preferencia
del alumno.
En
las pruebas de selectividad del pasado año, correspondientes a
la primera convocatoria, el porcentaje de aprobados en todo el territorio
nacional se situó en un 86,74%.
Si
bien la oferta global de plazas del sistema universitario español
es, y ha sido, capaz de absorber la demanda existente, los desajustes
específicos entre oferta y demanda en buena parte de las titulaciones
y de los centros han motivado que una elevada proporción de alumnos
se haya visto obligados a matricularse en estudios y centros que no correspondían
a su primera opción y a su preferencia.
Este
año, concurren a la primera convocatoria de las pruebas de selectividad
casi 15.000 estudiantes menos que en el pasado año, en que se presentaron
a la convocatoria de junio 204.769 alumnos, y las previsiones apuntan
a un progresivo descenso en el número de aspirantes a cursar estudios
en la Universidad, debido a la incidencia de la caída demográfica
española en la banda de edad que agrupa a los jóvenes con
18-19 años. Dado que cada curso se amplía la oferta global
de plazas de la Universidad española, y por ende disminuye el número
de centros y de estudios en los que hay establecido límite de acceso,
los desajustes específicos entre oferta y demanda tienden a suavizarse
en buena parte de las titulaciones. Aún así, la nota definitiva
obtenida en las presentes pruebas de selectividad será determinante
para el acceso a determinadas titulaciones y centros, especialmente en
los distritos universitarios de Madrid y Cataluña y en estudios
como, por ejemplo, Medicina, Telecomunicaciones y algunas Ingenierías.
El
número total de plazas de primer curso o de nuevo acceso que este
año ofertan las universidades españoles es de 292.072, superior
en más de 100.000 plazas al número de alumnos que se presentan
a la primera convocatoria de las pruebas de selectividad.
En
las pruebas de selectividad que actualmente se celebran han entrado en
vigor las modificaciones en la normativa aprobadas en octubre del pasado
año y las establecidas por un reciente real decreto, aprobado en
el presente mes, y que afectan, fundamentalmente, a la valoración
del expediente académico del alumno, que ahora alcanza el 60% de
la nota definitiva, a la mayor ponderación y presencia en las pruebas
de las asignaturas vinculadas a la titulación elegida por el alumno
y al establecimiento de la doble corrección.
Desde
el pasado año, los alumnos pueden presentarse a las pruebas de
acceso a la Universidad cuantas veces deseen para subir nota, y tratar
de obtener la calificación necesaria y exigida para cursar estudios
en los centros y estudios que tienen establecido límite de acceso.
Isabel
Couso, secretaría general de Educación, en declaraciones
efectuadas a la Agencia EFE, tras señalar que "la normativa aprobada
recientemente tiene ventajas para los alumnos, ya que valora más
su expediente", afirmó que la selectividad "es, hoy por hoy, necesaria,
y no se puede aventurar si va a desaparecer o no". Asimismo, Couso apuntó
que "la introducción e implantación del Distrito Único
(que será total en el curso 2004-05) conllevará, previsiblemente,
una adecuación de las pruebas de acceso a la Universidad".
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