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Madrid.
MARGARITA GIRON
Más de 250 alumnos de primer curso de ESO pertenecientes a colegios
de varios municipios de la Comunidad de Madrid han participado en el Aula
de Primavera que, por tercer año, convoca la Obra Social de Caja
Madrid. A lo largo de una jornada han tenido ocasión de conocer
la Real Fábrica de Cristal de la Granja, los jardines del palacio
de San Ildefonso y el embalse de Pontón Alto. Para terminar el
día, visitaron el Aula de la Naturaleza "Cañada Real",
un centro de acogida de animales donde pudieron ver de cerca lobos ibéricos,
buitres, zorros, hurones, jinetas y otras especies salvajes.
Los
ganadores de este certamen han tenido que competir con más de 780
participantes que han presentado un total de 130 trabajos relacionados
con la "Biodiversidad", tema objeto de este concurso. Todos
ellos son alumnos pertenecientes a colegios de Alcobendas, Boadilla del
Monte, Coslada, Las Rozas, Leganés, Parla, Pozuelo de Alarcón,
Rivas Vaciamadrid, y Torrejón de Ardoz, localidades madrileñas
a las que va destinado el proyecto Aulas de la Naturaleza.
El
principal objetivo de esta iniciativa es "inculcar en los jóvenes
el amor por la naturaleza", explica Manuel Chapa, director pedagógico
del proyecto. "Hemos escogido la edad de los 11 a 12 años
porque los chavales no han perdido aún su capacidad de sorpresa,
a la vez que son capaces de realizar trabajos académicos con un
cierto nivel. También es una buena edad para trabajar en equipo,
lo cual ayuda a fomentar la solidaridad y convivencia".
Precisamente
formar un equipo de no más de seis componentes es condición
indispensable para participar en este concurso, así como contestar
correctamente a un cuestionario con 40 preguntas sobre el tema propuesto.
Además, tienen que presentar un trabajo relativo a la temática
tratada, que será valorado por un Jurado compuesto por especialistas
en la materia.
Monitores
de apoyo
Durante
todo el día los chavales han estado acompañados de once
monitores, todos ellos biólogos, que les han comentado y explicado
cada lugar de interés que visitaban. "Nuestra misión
es apoyarles y orientarles en todas las actividades del programa",
explica Marisa Tejedor, una de las monitoras. "La mayor parte de
los chavales tienen un enorme interés por aprender, además,
saben que su actitud y comportamiento cuenta para conseguir plaza en el
aula de verano, que este año tendrá lugar en los Pirineos",
añade.
En
cuanto a la participación por sexos, hay que destacar el mayor
porcentaje de chicas que de chicos, un 67% frente a un 33%. Para Manuel
Chapa la diferencia puede venir explicada porque "a estas edades
las chicas tienen más capacidad de organización, más
habilidades para trabajar en equipo".
Ruben
Díez tiene 12 años, estudia 1º de ESO en el colegio CEMU
de Leganés (Madrid), es uno de los 250 alumnos que participan en
el Aula de Primavera, y tiene muy claro que hará "lo que sea"
para participar en el Aula de Verano. "Me gusta mucho venir aquí
porque lo pasamos muy bien, aunque me ha dado un poco de pena ver que
el buitre Nicolás ya no podrá volar más". Nicolás
es uno de lo muchos animales que se encuentran en el Centro de Naturaleza
Cañada Real, un lugar donde los acogen cuando están heridos,
los cuidan e intentan reintegrarlos a su hábitat. Después
de dañarse una ala al chocar con un cable de alta tensión,
el buitre dedica sus días a pasear entre los chavales que visitan
el centro.
Trabajo
en equipo
Una
obra de guiñol en la que los habitantes de un pueblo persiguen
a un grupo de gamberros que han destruido su bosque, es el trabajo que
han realizado Ruben y sus compañeros de equipo y que les ha permitido
participar en esta experiencia. Un jurado, compuesto por especialistas
en esta campo, valora, sobre todo, la originalidad, la capacidad de trabajo
y la relación con el tema propuesto.
El
proyecto Aulas de la Naturaleza se encuentra en su tercera edición
y en él han participado ya 10.000 alumnos, de los cuales más
de 2.000 han sido seleccionados para el programa de actividades. La primera
edición, celebrada en el curso 1997/98, tuvo carácter piloto,
y en ella pudieron participar todos los alumnos de 1º de ESO de la localidad
madrileña de Fuenlabrada. La segunda extendió considerablemente
su radio de acción. Se dirigió a los alumnos de 2º de ESO
de Galicia y de ocho municipios de la Comunidad de Madrid, en total unos
40.000 alumnos de 903 centros escolares.
A
diferencia de las Aulas de Primavera y de Invierno, que tienen una duración
de una jornada, la de Verano ocupará cuatro días y tres
noches y tendrá lugar en los Pirineos. Solo podrán acceder
a esta última los chavales que hayan participado en alguna de las
anteriores y que hayan sido seleccionados por el Jurado. Para ello, deberán
contestar a un nuevo cuestionario, esta vez con solo 20 preguntas, y desarrollar
una redacción de no más de 2.000 palabras sobre los temas
que se propongan. Además, durante la asistencia a las Aulas de
Invierno y Primavera se ha distribuido entre los participantes un juego
de Bitácora que ha servido para evaluar el grado de atención
y participación de los equipos y que les permite acumular puntos
de cara al Aula de Verano. Los cien escolares ganadores visitarán,
durante la última semana de junio, el Monasterio de Piedra, Los
Mallos de Riglos, Jaca, el Parque Nacional de Ordesa y San Juan de Peña.
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