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"Zoia
Andréievna"
Un
pequeño clásico del siglo
Se
trata de una pequeña joya literaria rescatada por esa estupenda
colección dirigida por Ana María Moix para la casa editora
Plaza y Janés. Una reedición de un pequeño clásico
del siglo que se acaba que nos vincula con lo mejor de la literatura
rusa. Su autora, Nina Berberova, pertenece a lo mejor de la tradición
de esa escritura y tanto por sus climas narrativos, como por sus personajes,
como por los análisis psicológicos de sus textos, se vincula
con lo más genuino de autores como Dostoievski o Chejov. Esta
creadora, nacida en San Petersburgo al comienzo de este siglo, exiliada
en París primero y en Estados Unidos después, vivió
una vida de padecimientos y se dió a conocer realmente cuando
durante la década de los ochenta toda su obra fue editada en
Francia. Fue entonces cuando, por fin, se pudieron conocer relatos conmovedores
y novelas cortas que perduran en la cultura europea de este siglo.
El
que comentamos es una novela corta de una fuerza expresiva poco habitual,
plagada de guiños y sugerencias, de alguna manera autobiográfica
por la situación que se plantea, y cargada de connotaciones alegóricas.
Con este texto, la autora se muestra como una extraordianaria creadora
de climas, como una auténtica artista a la hora de diseñar
paisajes sentimentales, como una recreadora de atmósferas. El
motivo de la guerra es el marco ambiental del libro y tras el mismo
se ocultan las miserias de algunos personajes, duros, insolidarios,
envidiosos, que forman parte esencial de la condición humana
y que son una muestra más de la decadencia de una etapa histórica
que nace desmoronándose. El amor, por ejemplo, es sólo
un recuerdo para la torturada protagonista que cree refugiarse en la
casa de cuatro mujeres honestas y se encuentra con lo peor de los seres
humanos. El dolor, las humillaciones, los velados acechos, el regodeo
con el sufrimiento ajeno parecen ser las únicas señas
de identidad de un mundo que no puede sobrevivir a su propia angustia.
Esa angustia que se ensaña con las existencias agotadas y que
muchas veces se traduce en gran literatura.
Nelson
Marra
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Nina Berberova.
Ed. Plaza y Janés. 89 Páginas.
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Antología
poética
Rafael
Alberti. Alianza Editorial. Biblioteca Alberti. Prólogo y selección
de Natalia Calamai.
El presente volúmen
abarca más de medio siglo de poesía albertiana, y recoge
lo más significativo de una labor creativa enormemente amplia,
en la que el poeta ha tratado los temas más diversos y ha hecho
uso de todas las posibilidades de la técnica poética. Una
obra en la que encontramos siempre presente la compleja personalidad de
su autor y sus vivencias personales, entretegidas con otros muchos elementos
como son la cultura, las ideas, el compromiso personal, lo popular, o
lo mitológico.
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La Ilustración
Joaquín
Lledó. Acento Editorial. Colección Flash.
Este breve libro
no pretende otra cosa que ser una guía de los aspectos fundamentales
de la Ilustración. A tal fin, sitúa sus orígenes
en el Positivismo inglés y en las teorías físicas
de Galileo, pasando por la Revolución Francesa y llegando hasta
la primera revolución industrial. Una corta, pero suficiente, explicación
de este período fundamental, que nos permite una visión
global del mismo.
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Romanones. Caciquismo
y política liberal
Javier
Moreno Luzón. Alianza Editorial.
Colec. El libro universitario. Ensayo.
Nos encontramos ante la más rigurosa y bien documentada biografía
de Álvaro de Figueroa y Torres, Conde de Romanones (1863-1950),
político liberal que permaneció en los círculos de
poder durante casi medio siglo, cuya figura es clave para entender en
profundidad la vida política de la España de la Restauración,
las prácticas políticas más frecuentes, la infraestructura
del sistema político, o aspectos puntuales como la manipulación
de las elecciones o el caciquismo.
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Fausto
Goethe.
Colección Austral. Teatro. Edición de Miguel Salmerón.
Prólogo de El Duque de Alba.
Nueva edición
de este clásico, tan vigente hoy como hace dos siglos. Fausto representa
a la humanidad, y plantea el problema de los límites y el sentido
de la acción del ser humano, a través del pacto con el diablo.
Goethe tardó sesenta años en saber si merecía o no
la pena pactar con las fuerzas del mal.
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